Las consecuencias de la pandemia han afectado a mercados que jamás creímos afectaría, como lo es el caso de las aerolíneas, o el rubro del turismo en general, que hoy están a pasos de la quiebra. Lo mismo ocurre con la venta variable, ya que la inestabilidad que se generó en 2020 modificó este instrumento, dejando de lado la medición por industrias, para pasar al impacto que tenga en la sociedad.
Una de las principales tendencias, es la sostenibilidad ( según la ONU una empresa sostenible, es aquella que considera la protección medioambiental, el desarrollo social y el crecimiento económico), así que las compañías se han volcado a esta tendencia, y esto a su vez les trae beneficios, porque son mucho más valoradas que las que no.
La tecnología quizá es una de las tendencias más fuertes reflejadas este 2021, ya que los sectores tecnológicos y de innovación tuvieron un gran aumento de demanda, por lo que genera un interés por parte de los inversionistas.
El cambio climático ha seguido avanzando, generando estragos en diversas regiones, por lo que, los inversionistas destinarán recursos a compañías que tengan integrado en sus políticas corporativas el cuidado del medioambiente. Lo mismo ocurre con la inversión en naturaleza, ya que las reservas de agua y bosques serán un elemento esencial en algunos años más, aumentando sus valores. Por estas razones cualquiera de estas alternativas presenta buenos augurios a la hora de invertir, pero ciertamente, lo más seguro sigue siendo hasta el momento invertir en proyectos inmobiliarios sostenibles que apunten hacia la conservación.
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