Hoy, el modelo de negocio, que busca la inversión en terrenos de alta plusvalía y que busca conservar la naturaleza, ha tomado vital importancia desde los inversionistas más informados ya que las ganancias de comprar un terreno son mayores que las de invertir en otros instrumentos financieros, si se calcula a mediano y largo plazo. Por lo demás, la naturaleza no se deprecia.
Hoy vivimos una crisis ecológica sin precedentes, por eso invertir en naturaleza y protegerla se ha vuelto tan relevante. La directora General de UICN, Julia Martin-Lefèvre dijo en la Cumbre de la Tierra que “es hora de que los gobiernos incluyan la naturaleza en el centro de las estrategias de desarrollo, trabajando en pos de los objetivos acordados a nivel internacional. Detener la perdida de la biodiversidad”.
Por otra parte, un estudio realizado por la Universidad de Cambridge y la Real Sociedad para la Protección de las Aves (RSPB), calculó el valor monetario de los ‘servicios ecosistémicos’ de cada sitio natural y arrojó que si cada tonelada de carbono cueste 31 dólares para la sociedad global, más del 70 % de los sitios tienen un mayor valor monetario como hábitats naturales, incluyendo el 100 % de los lugares forestales.
Por todo lo anterior, proteger la naturaleza es más redituable que intervenirla, ya que la conservación de los recursos naturales que existen en los terrenos, aumentan cada vez más su plusvalía, ya sea por los avances para una mayor conexión o como recursos indispensables para los seres vivos.
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